Hoy os comparto una boda muy especial: la de Nati y Rafa. Una celebración que organizamos al 100% a distancia, ya que no nos conocimos en persona hasta la misma semana del enlace. ¡Y aún así, todo fluyó con una magia increíble!

Nati me escribió desde Estados Unidos buscando ayuda para diseñar, planificar y coordinar su boda en Murcia, tierra natal de Rafa, quien vive fuera desde hace años. Desde el primer mensaje supimos que haríamos un gran equipo.

A través de videollamadas, correos y cientos de mensajes por WhatsApp, fuimos construyendo cada detalle: paleta de colores, flores, mantelería, canciones, momentos especiales… Todo pensado para crear uno de los días más inolvidables de sus vidas.

La combinación de rosa y negro fue el hilo conductor de la decoración: un equilibrio perfecto entre romanticismo, luz, elegancia y modernidad.

Nati viajó con su estilista desde EEUU, quien la acompañó en un divertido «getting ready» lleno de risas, amigas y familia.

La propuesta floral de David D’Sant destacó por sus centros en copas negras, que aportaban fuerza visual, mientras que los tonos grisáceos de las copas y servilletas sumaban un aire sutil y sofisticado. Cada pieza de papelería —minutas, números de mesa y seating plan— fue diseñada a juego, cuidando la armonía estética.

La ceremonia religiosa se celebró el 11 de enero en el emblemático Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta en Murcia. Después, nos trasladamos a la Finca Buenavista para disfrutar de un cóctel al aire libre con música en vivo. El clima invernal nos dio una tregua perfecta.

Para el banquete, Nati sorprendió con un espectacular cambio de look: segundo vestido, zapatos Jimmy Choo y un nuevo peinado.

La barra libre se abrió con un emocionante primer baile de los novios, seguido de un momento entrañable entre Nati y su padre… Y a partir de ahí, ¡una fiesta sin pausa que cerró este día de película como se merecía!

La boda fue capturada por Juanlu Rojano y grabado por Turpín Films.