Cuando Lucy y Tomos me contactaron desde Gales para organizar su boda en la costa mediterránea, supe desde el primer momento que iba a ser algo especial. Ellos tenían muy claro lo que buscaban: una celebración íntima, elegante, con esencia veraniega, desenfadada y con mucho corazón. Y lo más importante… disfrutar de verdad con sus personas más cercanas, sin renunciar a una estética cuidada.
Al tratarse de una destination wedding, organizamos prácticamente todo a distancia. Conexión, confianza y muchas videollamadas nos permitieron construir, paso a paso, una boda que hablaba de ellos en cada decisión. Su forma de ser, su cultura y su manera de vivir el amor estuvieron presentes en todo momento.
La celebración tuvo lugar en el Grand Hyatt La Manga Club, un enclave perfecto para quienes buscan sol, brisa marina y ese equilibrio entre calma y sofisticación. La ceremonia se celebró al aire libre, en pleno campo de golf, rodeada de vegetación, con vistas abiertas y una atmósfera muy especial. La música en directo fue la encargada de acompañar ese momento mágico, elevando aún más la emoción.
En cuanto al diseño, creamos juntos una paleta de color sencilla pero con mucha personalidad: flores blancas y detalles en negro. Una combinación elegante, atemporal y muy coherente con la visión de Lucy y Tomos. David de Sant fue el responsable de dar forma a esta estética, con una decoración floral fresca, minimalista y llena de intención.
El dress code también jugó un papel clave: solo las damas de honor vestían de negro, lo que permitió que destacaran con muchísima elegancia entre el resto de invitadas, que lucieron tonos más suaves y veraniegos. Los chicos, en esmoquin, pusieron el toque clásico y sofisticado.
Lucy estaba espectacular con un vestido sin tirantes, de líneas limpias y una silueta delicada pero con fuerza. Tomos, sereno y sonriente, no quitó la mirada de ella ni un segundo. Desde los preparativos ya se notaba esa energía bonita y fluida que envolvió todo el día.
Después de una cena llena de discursos emocionantes, brindis y abrazos, la pista de baile cobró vida gracias a DJ Jess Set, que mantuvo la energía altísima toda la noche. Y uno de los momentos más vibrantes fue sin duda cuando Osanna Sax apareció con su saxo en directo, llenando el ambiente de ritmo, elegancia y pura fiesta.
Y como guinda del pastel, al día siguiente celebramos una postboda en una villa privada: piscina, pizzas artesanas, sangrías fresquitas y música para seguir bailando sin protocolos, con los pies descalzos y el corazón lleno. Un cierre perfecto para un fin de semana inolvidable.
Las imágenes de Javier Verenguer hablan por sí solas. Su forma de mirar, de captar la emoción real, la luz y los instantes más auténticos… fue simplemente perfecta.
Gracias Lucy y Tomos por confiar en mí para acompañaros en este viaje tan especial. Fue un placer y un honor ser parte de vuestra historia.
Plamificación, diseño y coordinación: Valeria Vassallo
Fotos: Javier Berenguer
Flores: David D’Sant
Sonido: Mapa Sonido
Música en directo: Osanna Sax
DJ: Jes
Ilumianción: Montesinos
